miércoles, 6 de enero de 2010

Cartel de Jairo Miguel

Hoy, a las cinco de la tarde, paro en Arroyo de la Luz a echar gasolina y me acerco al bar de al lado para tomar un café. Me encuentro un gran cartel que anuncia una corrida en Cáceres para el seis de febrero con un solo espada: Jairo Miguel.

Me quedo sorprendido. Es una hazaña que no me esperaba tan pronto en este torero. Se trata del torero que ha tomado la alternativa más joven en la historia. Tenía quince años cuando se hizo matador de toros en Aguascalientes (Méjico), donde un año antes un novillo lo cogió de mala manera, tan mala que se llegó a temer por su vida. Encerrarse con seis toros cuando no ha pasado año y medio del doctorado me parece una osadía y un riesgo. Saldrá a ganar o a perder, pero mucho. Le deseo lo mejor.

El camarero me ve la cara y me enseña más cosas, un calendario, fotos... y un taco de entradas para comprarle algunas. La corrida será a beneficio de una asociación de enfermos.

De Varios


Jairo Miguel es hijo del que fue matador de toros cacereño Sánchez Cáceres, Antonio Sánchez Vivas para los amigos. Era el tercero de una terna cacereña que coincidió a la vez por aquel entonces, junto a Luis Alviz y Morenito de Cáceres.

Mis padres fueron un día a los toros, aprovechando que era la feria de Mayo, pero me quedaron en casa (aunque otras veces me habían llevado). Al día siguiente mi madre me relataba la corrida con pelos y señales y lo que más me destacaba era lo artístico que hacía el toreo "El Vivas", por entonces de reciente alternativa.

Años después, solía ver por el Paseo de Cánovas a una figura que ya desde lejos cualquiera podía decir que era un torero. Alto, derecho, con andar despacioso y elegante, atildado en el vestir, serio, casi siempre solo se acercaba Sánchez Cáceres, nos cruzaba y más de uno volvía la vista para seguirle en su recorrido.

Este hombre era efectivamente un torero, pero un torero más de arte y menos de valor. No triunfó en España y, tras alternar con otros menesteres, se acabó marchando a torear en Méjico, donde debió dejar amistades que luego le han permitido forjar allí a su hijo como la posible figura que él no pudo ser.

No he visto torear todavía a Jairo Miguel en vivo aunque creo que tiene el mismo arte de su padre pero mucho más aplomo que él. Así se lo dije cuando tuve ocasión de saludarlo en la boda de su mozo de espadas.

He compuesto unos powerpoints, referidos a 2009, que se pueden ver aquí, con la actuación en Cáceres que fue su presentación en España, aquí, con la actuación en Plasencia, y aquí, con la actuación en Mérida.

En fin que le pregunto al camarero arroyano si el bar es sede de una peña que apoya a Jairo Miguel y me dice que están en ello.







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