martes, 25 de mayo de 2010

Dureza y belleza del toreo

En el breve tiempo de un fin de semana la fiesta de los toros nos ha ofrecido sus dos aspectos más opuestos, que a la vez son los más íntimamente unidos. Hemos visto algo dramático, casi trágico, y hemos visto algo bello, casi sublime.

En Madrid, el viernes el torero madrileño Julio Aparicio era cogido por un toro jabonero, "Opíparo", de Juan Pedro, que lo empitonó por la garganta, con salida por la boca. Obsérvese cómo no suelta el estoque pese a lo comprometido de la situación.



La cogida recordaba grandemente a la que recibió el sevillano Franco Cardeño al recibir a portagayola al prietodelacal "Hocicón" en 1987, en La Maestranza, y a la que recibió el valenciano Granero del veragua "Pocapena" en 1922, también en Madrid, ésta con resultado mortal.

(Un mes después, las primeras declaraciones del torero van a ser éstas: "Todo el que se pone delante de un toro sabe qué puede ocurrir. Es una experiencia más, que me ha hecho fortalecer como torero y como hombre".)

Se daba la circunstancia de que el día anterior Aparicio había cortado las dos orejas a un toro en Nimes.

En el mismo Nimes, el domingo Morante de la Puebla realizaba una faena redonda y transportada a otros tiempos, que fue coronada con el triunfo bajo la Puerta de los Cónsules.



Se daba asimismo la circunstancia de que el toro al que le cortó el rabo era también de Juan Pedro.

Hay algo en lo que poca gente ha reparado. Rafael "El Gallo", clásico y genial, variado y vistoso, fue el primero que practicó el pase de capote a una mano. También fue el primero que toreó sentado en una silla (perfeccionando a Martincho, amigo de Goya); era por el año 1915 en La Maestranza. Resulta que murió el 25 de mayo de 1960, por lo que hoy se cumple medio siglo de ello. En el comienzo de esta misma semana Morante, clásico y genial, variado y vistoso, ha querido conmemorar ese medio siglo rindiendo tan romántico homenaje a uno de los toreros-manantiales en que bebe su inspiración.

Ahí están las dos caras de una misma moneda. La dureza del toreo hace grande su belleza.









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domingo, 16 de mayo de 2010

Aniversario de la muerte de Joselito

Noventa años hace desde que cayera mortalmente herido José Gómez Ortega "Joselito el Gallo" en la plaza de toros de Talavera de la Reina. "Bailaor", un toro de la Viuda de Ortega, pasó aquel 16 de mayo de 1920 a la historia por acabar para siempre con la vida del que estaba considerado como el torero más completo de todos los tiempos. Joselito, el "intocable", el Rey de los Toreros, caía mortalmente herido en una tarde en la que compartía cartel con su cuñado, Ignacio Sánchez Mejías, quien años después, en 1934, también moriría en una plaza de toros.



Un aficionado que asistió al festejo contó al periódico El Liberal -que sacó una edición especial al día siguiente, 17 de mayo- cómo sucedió la desgracia. El diario arrancaba:

"Hemos hablado con un testigo presencial de esta corrida, que dejará memoria en la historia del arte taurino, tanto por la muerte del gran maestro como por la serie de incidentes que en ella se han desarrollado.

Los toros -nos dice este testigo presencial- que se han lidiado en esa corrida funesta, debían estar ya hartos de correr por las plazas, porque se dio el caso, en algunos de ellos, que al entrar los banderilleros para consumar la suerte, se arrancaban, y un metro antes de llegar se paraban, encampanándose sin acometer.

-Y lo de Joselito, ¿en qué toro fue?

-En el quinto.

-¿Al hacer un quite?

-No: toreando de muleta.

-¿De muleta?

-Sí, señor. Había toreado al toro con algún recelo, porque estaba bronco y aplomado; pero, como era un maestro y dominaba como nadie, tomó al toro con la derecha, iniciando el pase natural, que repitió con fuerte valentía. Fue a dar el tercer pase de esta suerte peligrosa, animado por las palmas, y al marcar el segundo tiempo, el toro, en vez de seguir el viaje tras el engaño, se fue derecho al bulto, dándole una cornada tremenda y brutal. Cayó Joselito al suelo, y quedó encogido de piernas. Y se llevó las manos a la cara... Acudieron los peones, se llevaron al toro, que se revolvía y otros le cogieron, llevándole a la enfermería".

El final es conocido por todos. España entera se estremecía al confirmarse la fatal noticia, que corría como un mal viento por todo el país. Cuentan que un saetero cantó en la noche sevillana a la Virgen de la Macarena, a la que tantas veces se encomendó José: "Ven pasajero,/ dobla la rodilla,/ que en la Semana Santa/ de Sevilla/, porque ha muerto José,/ este año estrena,/ lágrimas de verdad la Virgen de la Macarena".

sábado, 15 de mayo de 2010

Higueral de Valleja

Estos días de mayo he tenido ocasión de acompañar al arqueólogo Paco Giles, junto a algunas personas de su equipo, en una visita a la Cueva del Higueral, que está en la Sierra Valleja. Es una sierra situada en el centro de la provincia de Cádiz, entre los ríos Guadalete y Majaceite.

Una primera parada para ver el paisaje nos entrega a la vista todo el panorama del embalse de Gauadalcacín, que deja al otro lado, mirando al este, una encadenación de todas las sierras del centro y norte de la provincia, desde el cerro de Medina-Sidonia hasta el Peñón de los Toros; justo enfrente se encuentra la Cueva del Parralejo.

La siguiente parada la haremos para mirar al oeste, hacia Arcos de la Frontera. Ahí se domina la cuenca media del Guadalete. Son tierras terciarias entre terrazas de diferente antigüedad. Por aquí estuvo Giles desde el año 1988 al 1995 desarrollando el Proyecto Guadalete, un estudio de los yacimientos paleolíticos que se conocen a lo largo del Guadalete, desde su desembocadura, con el Aculadero, hasta su nacimiento, con el Peñón Gordo.

Estamos en una meseta cárstica del Jurásico, menos alta que la Sierra de Grazalema pero testigo de su época. Sierra Valleja es un lugar estratégico entre el Guadalete y el Majaceite. Controla los pasos desde el Mediterráneo hasta la Sierra de Grazalema. Este punto en que estamos es el único en que se pueden ver a la vez el embalse de Guadalcacín y el de Arcos.



Se estudiaron los yacimientos más antiguos, desde las terrazas situadas a unos 40 metros sobre el nivel del río hasta el propio cauce actual.

Carissa Aurelia, ciudad romana que fue, domina al fondo la cuenca. A la parte de más acá del río está la Loma de las Monjas, con una gravera que ha dado industrias líticas de hace cerca de 500.000 años; esta zona es la más baja, erosionada antes. A la parte de allá hay más altura y el río aún no ha erosionado; lo hará con el tiempo y mandará sus sedimentos a la parte de acá.

Iremos ahora por veredas más estrechas. El camino es incómodo por la maleza y habrá unos veinte minutos de marcha.

El pantano de Guadalcacín, cuando baja el nivel de las aguas, deja al descubierto tres villas romanas y alguna necrópolis visigoda, con algunos silos usados desde la prehistoria (quizás el Calcolítico) hasta la Edad Media.

Conforme avanzamos podemos mirar hacia la Sierra del Valle; en el glacis de tierra rojas que hay a su derecha se han estudiado dos o tres yacimientos paleolíticos.

En el camino pasamos por los restos de canteras que fueron utilizadas para sacar piedra caliza con la que se elaboraba cal de blanquear las paredes de las casas. Encontramos amonites del cretácico y del jurásico.

Llegamos.





Miguel Mancheño, historiador local, a principios del siglo XX citó la cueva como lugar conocido donde iba la gente a comer caracoles. También citó y dibujó un hacha pulimentada de diorita encontrada en la misma sierra pero a dos kilómetros de la cueva. A mediados de los setenta Giles es llevado por un empleado del Museo de Cádiz y al verla se da cuenta rápidamente de todo lo que hay allí.

Es una cueva cárstica que se formó hace cuatro millones de años por la surgencia de una corriente hídrica. Se formó de dentro a fuera. El agua salía formando un salto o cascada.



Hay cúpulas de erosión que se formaron por los golpes de agua y piedras que luchaban buscando la salida. La parte de arriba se acabó cayendo, por efecto de la gelifracción. En algunos puntos de la pared quedan fijados guijarros traídos de más atrás.

Bajo nuestros pies hay con seguridad un suelo con perfil en forma de V, que era el cauce. Se rellenó con sedimentos hasta el nivel solutrense (de hace unos 14.000 años). Quedan unos diez metros de potencia, cuya exploración necesitará de toda una vida.

Paco Giles encontró puntas de flecha de 18.000 años. Solicitó permiso al Ministerio en 1977. Alquilaron para el porte de material tres burros en una venta cuyo nombre está dedicado a un animal que no suele celebrar la navidad. Durante la siguiente campaña se alojaron en una casita junto al pantano. Fueron tres la campañas y no hubo más por falta de dinero. Más tarde se pidió ayuda a la Junta de Andalucía y se le negó. Después se empezó el Proyecto Guadalete. Luego vinieron los arqueólogos de Gibraltar y en 2002 estuvo el director de Gorham Cave.

En la cata hay una estratigrafía que puede informar sobre la desaparición de los nendertales; de hecho el lugar responde a la típica cueva neandertal.



Los niveles superiores son solutrenses, con tres fases dentro del Paleolítico Superior (entre 15 y 20.000 años); han dado hachas de aleta, puntas de flecha y puntas en hoja de laurel.

Los niveles 4 y 5 son gravetienses, con tecnología neandertal. Ahí ha salido una macropunta; también ha salido un diente de tiburón carcharodón, usado como punta de flecha.

El nivel 6, con 32.000 años, es musteriense (y, por tanto, del Paleolítico Medio), con típico material neandertal de diferentes épocas. El equipo investigador de este lugar no es favorable a considerar la existencia del perroniense como una fase específica.

El nivel 7 es de arcilla; forma un hiato porque no se han encontrados restos.



Los niveles 8, 9 y 10 se han estudiado con termoluminiscencia. En el nivel más bajo puede haber restos de la misma época a la que pertenece la mandíbula de la Sima del Elefante, de Atapuerca, sobre la que estuvimos hablando hace cuatro días con Eudald Carbonell.

Los primeros trabajos consistieron en analizar la superficie, con limpieza de todos los restos y excrementos de animales que cubrían el suelo. En ellos salió algo neolítico, como una mandíbula animal y un borde de vasija a la almagra (4.000 años aC.). Se hallaron también restos medievales, principalmente de cerámica almohade (fragmentos de anafe, de jarra...). De época moderna se encontró un doblón mejicano (de Potosí).

Todos los hallazgos han salido a la luz en inglés, en publicaciones de la universidad de Oxford. Aparte, una publicación de Rovira y Montenegro del año 1994 añade que se han localizado objetos metálicos (una punta, un punzón y una sierra) que podrían corresponder a una etapa de Calcolítico Final-Bronce Antiguo. Estos resultados en otros lugares de Europa estarían puestos en primera línea. Aquí en España no sólo no los apoyan sino que les ponen trabas.



Este lugar es importante porque puede aportar luz a la hora de estudiar los momentos finales de los neandertales y su posible relación con los cromañones; aquí es donde se ha encontrado tecnología neandertal más reciente, quizás de hace 24.000 años. En la época de los cromañones la cúpula de esta sala vestibular estaría cerrada y sería el lugar de talleres y hogares.

Atravesamos un pasillo de techo bajo y planta triangular y accedemos a la sala interior. Ésta también tiene cúpulas de erosión. Se ven líneas de estratos. La altura es de 16 metros. En el techo hay dos aberturas debidas igualmente a la gelifracción; una se tapó con piedras por los cabreros para evitar accidentes a las cabras pero la otra no es fácil de tapar.

Esta sala debió ser un santuario, con enterramientos. Pudo haber pinturas rupestres pero no se han conservado, debido a la erosión y a las filtraciones. Debió usarse también como lugar de vivienda y dormida; el espacio estaría compartimentado por palos y cortinajes a base de pieles curtidas para dar lugar a tiendas "unifamiliares" (siguiendo el modelo de alguna cueva neandertal del Cáucaso donde se han encontrado restos de pieles curtidas de la época).



Ahora mismo hay unos cadáveres de conejos, caídos de arriba, como ocurrió en la antigüedad con todo tipo de animales.

En un punto del interior hay un hoyo, peligroso por la oscuridad; es el único resultado de las ansias excavadoras de un lugareño que creía enterrado allí un tesoro.

En un hueco que se ve a la altura de unos ocho metros se sitúa la salida de un pasillo que profundiza hacia el interior unos ocho o diez metros. Precisa cuerdas y anclajes para su acceso; es posiblemente la boca de salida de la corriente subterránea que estuvo actuando en la erosión que originó la cueva. Ese punto debió ser el alojamiento de algún refugiado o maquis tras la guerra; se encontraron restos de su estancia, como alguna cuchilla de afeitar.

El último uso que se le ha dado a la cueva ha sido el de cabreriza; a esto se debe el murete de piedras que hay en la entrada. La primera estancia era el lugar donde se reunían las cabras para proceder a su ordeño y la segunda, donde se elaboraba el queso y se guardaba en tablas para su curación; aquí también dormían los queseros.

Después de los cabreros, que abandonaron la cueva por la actuación de los arqueólogos, sólo han acudido los gamberros que se divierten escribiendo pintadas en las paredes de este monumento natural. ¿Qué podemos hacer? Es algo que me deja un regusto desagradable.

Volvemos. En lo alto del camino están las ruinas de lo que fue una vivienda serrana. Todas las piedras de los muros andan en el suelo. Entremezclados, se pueden ver los restos del ajuar que usaron sus ocupantes: un somier oxidado, un lavabo con restos de palangana de cerámica, alguna mesa destrozada. De pronto,



nos percatamos de una hermosa sorpresa. Un pie de lirio nos da una sonriente bienvenida. Es una flor grande; la fotografío junto a mi gorra para comparar el tamaño. Parece cultivada por la mano del hombre; no es pequeñita como otros lirios silvestres. Nos quiere decir que la mujer que vivía en aquella humilde cabaña tenía la suficiente sensibilidad para encontrar entre sus afanes tiempo que dedicar al cuidado de plantas tan hermosas como ésta, que le hacían más agradable a ella y a su familia la vida en el campo.

Se me ocurre pensar que las mujeres neandertales de la inmediata cueva tendrían la misma sensibilidad y cuidarían lirios como éste. Ahora sí camino ya con un regusto agradable.










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lunes, 10 de mayo de 2010

Castas Bravas (y 20): epílogo

8.La evolución del toreo exige hoy un toro que sea luchador en todas las fases de la lidia, no sólo en la suerte de varas. Se percibe una falta de fuerza como consecuencia del exceso de peso, pero muchas ganaderías que habían entrado en crisis afortuadamente se van recuperando.

domingo, 9 de mayo de 2010

Castas Bravas (19): casta Vistahermosa (VI)

7.3.La tercera estirpe Vistahermosa es la ganadería de Santa Coloma, que compró la mitad de Ibarra (con esqueleto pequeño, cuernas poco aparatosas, perfil cóncavo y ojos saltones, con picante y también nobles); se puede decir que ésta es el resultado de sumar Ibarra más Saltillo. Pasó en su mayoría a Joaquín Buendía Peña (1) –con derivación en Bucaré y en Hernández Pla (2)-

(1) Eduardo Ibarra formó ganadería con reses de Murube y en 1.903 la vendió por mitad a Fernando Parladé y a Manuel Fernández Peña; éste vendió su mitad al Conde de Santa Coloma, el cual la aumentó con reses de Saltillo. Luego fue adquirida por Joaquín Buendía, en 1.932. La producción de esta ganadería, que dentro de la misma casta conserva las dos procedencias (Ibarra y Saltillo) en la finca “San José de Bucaré”, ha formado o aumentado otras muchas.

(2) En 1.969 José Mª Hernández Pla adquiere, para su finca “Soto Guriérrez” en Ciempozuelos, un lote de vacas y un semental de Joaquín Buendía (pura sangre Santacoloma) y en 1.974 elimina todo lo que tenía de procedencia Albaserrada. El hierro lleva la H de la ganadería mansa de los cartujos y la antigüedad es de 1.882. Desde 1.998 el dueño de lo hernándezpla, ganadería torista para Madrid, es el jerezano Ignacio Huelva Manrique.

y a Felipe Bartolomé (1) (con derivación en Surga),

(1) Felipe Bartolomé compró reses de Buendía, antes Santa Coloma, para sustituir a todas las procedentes de su suegro Rafael Surga, que había comprado la ganadería que formó en 1.813 Antonio Mera con reses vazqueñas y de Casa Ulloa

y algo a Celestino Cuadri, a Alipio Pérez Tabernero y a María Isabel Ibarra (1).

(1) El torero Carlos Arruza formó ganadería con vacas y sementales de origen Santa Coloma, adquiridos a Joaquín Buendía y a Felipe Bartolomé. Luego la vendió a María Luisa Ibarra e Ibarra, de Jerez de la Frontera.

Una derivación es la ganadería que ha formado Paco Camino (1) y otra Pérez de la Concha (2).

(1) El matador de toros Paco Camino ha formado ganadería con reses de Santa Coloma y algo de Marqués de Domecq para su finca “Los Caminos” de Talayuela (Cáceres).

(2) En 1.823 Joaquín de la Concha y Sierra forma en Palma del Río ganadería con vacas y sementales de Vistahermosa y posteriormente Picavea de Lesaca. Luego pasó a anunciarse como “Hijos de Tomás Pérez de la Concha” y en 1.925 los titulares, Joaquín y Enrique Pérez de la Concha, compraron un lote de vacas y un semental del conde de Santa Coloma. En conjunto se trata de toros broncos pero que meten la cara, zancudos, altos de agujas, cortos de cuello y con genio; no han evolucionado nada en los últimos treinta años. En 2.002 la ganadería ha pasado al jerezano Ignacio Huelva Manrique, que también posee lo de Hernández Pla.





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sábado, 8 de mayo de 2010

Castas Bravas (18): casta Vistahermosa (V)

7.2.La segunda estirpe Vistahermosa, procedente de Salvador Varea, es lo que crió el marqués de Saltillo (con cabeza en hocico de rata), de donde han salido tres frutos principales:

uno es casi todo el ganado que hay en México,

otro es la ganadería de Moreno de la Cova –propietaria del hierro de Saltillo- (1)

(1) La ganadería de Saltillo fue creada por Antonio Rueda de Quintanilla, marqués de Saltillo, que compró en 1.820 la ganadería de Picabea de Lesaca.

Juan Picabea deja el pueblo navarro de Lesaca y, con su ganado de casta navarra, se instala en Utrera aprovechando las medidas repobladoras de Carlos III. En 1795 lidia tres toros en la Maestranza bajo la denominación "Juan de Lesaca". Su ganadería debió pasar a su himo Pedro José.

El hijo del marqués de Saltillo casó con una Pablo-Romero y ésta, al enviudar, vendió en 1.917 la ganadería a Félix Moreno Ardanui. Javier Moreno de la Cova compró la vacada del conde de Antillón y luego se deshizo de las reses de esa procedencia sustituyéndolas con reses de su padre don Félix y de su madre y con reses del hierro de Saltillo. En 1.960 pasó a su hijo Félix y actualmente a los hijos de éste, Félix y Enrique, que han recuperado el hierro tradicional de Saltillo (simbolizando una rueda, como el apellido del fundador) en su finca de ”La Cervera” y en “El Injertal de Miravalles” de Palma del Río. Se trata de toros con abundancia de pelo cárdeno y los pitones finos apuntando arriba.


y otro es la de Victorino Martín (1) –que, como la de Adolfo Martín (2), previamente fue de Albaserrada (3), de la que había salido Coquilla-.

(1)En 1.912 el marqués de Albaserrada fundó ganadería con reses del conde de Santa Coloma origen Saltillo. En 1.941 pasa a sus sobrinos “Escudero Calvo Hermanos”, que en 1.965 la venden a Vitorino Martín Andrés.

(2) La ganadería que fundó el marqués de Albaserrada pasó en parte por compraventa a Adolfo Martín Andrés, y de éste a su hijo Adolfo Martín Escudero que la mantiene en su finca “Los Alijares” de Escurial (Cáceres).

(3) Una parte de la herencia de Matías Sánchez Cobaleda pasó a su hijo Ángel Sánchez Éste le añadió un lote comprado a Carmen de Federico y luego vendió la ganadería a Rafael Romero de la Quintana. Éste le unió un lote adquirido a “Hijos de Donecq” y después lo vendió todo al marqués de Albaserrada, el cual le agregó un lote comprado a Isaías y Tulio Vázquez. Así pasó a Victorino.


Podemos añadir un cuarto fruto: la ganadería portuguesa de Vale do Soraia (1).

La ganadería de Vale do Sorraia pertenece a la familia de Ribeiro Telles y pasta en la finca "Torrinha", de Coruche. Según sus propietarios, procede directamente de una punta de vacas que, en el siglo XIX, el rey Fernando VII de España regaló a su primo el rey Don Miguel de Portugal.







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viernes, 7 de mayo de 2010

Castas Bravas (17): casta Vistahermosa (IV)

7.1.3.2.La otra parte de Ibarra pasó a Carvajal (1) y luego al marqués de Villamarta, con toros finos de cuernos delgados, hondos y largos con incurvación dorsolumbar (2), y, como tal, ha originado también nuevas ramas, entre ellas Clemente Tassara (3) y Guardiola Domínguez (4).

(1) A la ganadería de Carvajal pertenecía el toro “Marinero”, que mató el caballo del poeta Fernando Villalón (“...si no se me parte el palo/ aquel torillo berrendo/ no me hiere a mí el caballo”).

(2) Esta es la segunda ganadería de Villamarta, pues la primera la vendió a Eduardo Olea. La actual la fundó el marqués (Álvaro Dávila y Ágreda) en 1.914 con 120 vacas de la viuda de Murube, Urcola y Medina Garvey, con la ganadería de Carvajal y con sementales de Parladé. Después fue aumentada con reses de Albaserrada y de Santa Coloma. Al morir el marqués de Villamarta le heredó su viuda. De ésta pasó la ganadería a Álvaro Dávila Garvey, aunque algunas reses pasaron a Ángela (esposa de Luis Ramos Paúl), Concepción, María y Blanca, hermanas de Álvaro. Más tarde, Sancho Dávila, hijo de Álvaro, ha formado ganadería con reses de Maribel Ibarra (procedencia Marqués de Domecq) y de Torrealta.Por su parte, los herederos de Dávila Garvey venden en 1.980 a Garcibravo S. A. la ganadería, con hierro, divisa y antigüedad; esta sociedad anuncia la ganadería como “Villamarta” y la ha reforzado con vacas puras villamartas compradas a los herederos de Manuel Álvarez.

(3) Tras el fallecimiento del marqués de Villamarta, el lote que heredó su hija Blanca pasó a Clemente Tassara, que añadió reses de Blanco.

(4) Al dividirse la ganadería de Villamarta, el lote de la marquesa de Zuasti fue vendido a Carlos Núñez, que a su vez lo vendió a Salvador Guardiola, que lo anunció como Señores Guardiola Domínguez.

jueves, 6 de mayo de 2010

Castas Bravas (16): casta Vistahermosa (IV)

7.1.3.El tercero chorro es la estirpe Ibarra, con toros bien armados (de astas blanquecinas con puntas negras) y capa frecuentemente burraca con ojos zarcos, cuyo comportamiento en la lidia suele ir de menos a más, echando abajo la cara (embestida con clase), lo que permite faenas artísticas; se dividió en dos partes.

7.1.3.1.Una parte pasó a Parladé -luego Gamero Cívico (1), con derivaciones en Samuel Flores, en Antonio Pérez-Tabernero (2) y en Lamamie de Clairac- de donde proceden tres grupos de hierros: García Pedrajas, Rincón y Tamarón.

(1) Don Eduardo Ibarra adquirió en 1.884 la mitad de la ganadería de doña Dolores Monje, viuda de Murube. En 1.904, después de sucesivas ventas parciales, fue adquirida una parte por el Conde de Santa Coloma y otra parte por don Fernando Parladé (cuyas fincas eran El Castillo de Parladé, en El Ronquillo, y la Hacienda de el Rosario, a las puertas de Sevilla). En 1.914 el señor Parladé, tras vender asimismo parte de la ganadería en varios lotes, la vendió a don Luis Gamero Cívico, y al fallecimiento de éste, en 1.921, se hicieron cuatro lotes para sus hijos Luis, Manuel, José y Juana, los cuales vendieron cada uno de ellos sus porciones, siendo adquiridas dos de ellas por don Ernesto y don Manuel Blanco y en 1.924 por don Clemente Tassara y don Domingo Ortega, sufriendo una importante reducción en 1.980. En 1.986 es adquirida por don Domingo Hernández, que posteriormente la vendió a la Sociedad Agropecuaria do Río, que incorporó un lote de reses de Juan Pedro Domecq, buscando que fueran animales sin cruce veragüeño, por lo que puede decirse que sigue siendo puro vistahermosa.

(2) A primeros del siglo pasado Antonio Pérez-Tabernero Sanchón se independizó de sus hermanos Graciliano y Alipio y en “San Fernando” se asentó con ganado “parladeño” de Gama y Gamero Cívico. Son toros noblotes y fáciles. En 1.965 la ganadería pasó a su hijo Antonio Pérez-Tabernero Montalvo.

7.1.3.1.1.De García Pedrajas (1) han salido las ganaderías de Guardiola (2) con sus distintas ramificaciones como “Castilblanco” (3) y “Yerbabuena” (ésta posee además algo de Domecq), de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas (4) y la de Isaías y Tulio Vázquez (5), así como la del Marqués de Domecq (6), ésta después de cruzar con Conde de la Corte –y de la que ha salido “Martelilla”(7)-.

(1) La ganadería de Guardiola procede de la parte adquirida directamente por Francisco Correa (de Guillena) a Fernando Parladé, quien adquiere su ganadería en 1.904. Se trataba de un lote de vacas acompañada por el mítico semental “Bandolero”. Esta vacada, recibida provisionalmente por Félix Moreno en 1.915, fue transferida en 1.918 al cordobés Antonio García Pedrajas, que debutó en Madrid en 1.925.

(2) En 1.914 Fernando Parladé vende todo su ganado bravo a Luis Gamero Cívico. La familia de éste, después de algunas ventas, se reservó una parte que acabó yendo a Juan Guardiola Fantoni.

(3) De Juan Guardiola Fantoni surgieron distintos lotes, entre ellos el de “Castilblanco”, que lleva además una procedencia Murube y pasta en la finca “Valdepotros”de Antonio Méndez y José María González de Caldas.

(4) Tras dividirse en dos la ganadería que poseía Antonio García Pedrajas, el lote que correspondió a su hija Magdalena García Natera pasó en 1.946 a Salvador Nogueras y de éste a la mujer de Salvador Guardiola Fantoni, Mª Luisa Domínguez Pérez de Vargas, para la finca “El Toruño”. Al fallecimiento de ésta, en 1.993, pasa a su hijo Alfonso Guardiola Domínguez (en la finca “Los Caños” de San José del Valle).

(5) Isaías y Tulio Vázquez formaron ganadería en 1.933 con reses de Joaquín Murube Turmo, procedentes de Guadalest, a las que agregaron ganado de García-Pedrajas, pura sangre Vistahermosa, línea Ibarra-Parladé.

(6) Al dividirse en dos la ganadería que poseía Antonio García Pedrajas, el lote que correspondió a su hijo Francisco García Natera fue adquirido por Ramón y Jaime Mora-Figueroa (hijos de la marquesa viuda de Tamarón) quienes cruzaron con sementales (“Chavetero” y “Noventaycuatro”) del Conde de la Corte. Después la vacada pasó a José Ramón Mora-Figueroa, quien la cedió a “Hijos de Juan Pedro Domecq”. De éstos pasó al conde de Antillón; de éste al marqués del Contadero; de éste a Salvador Nogueras Pérez y de éste a Pedro Domecq Rivero (que la anuncia desde 1.977 como “Marqués de Domecq”) y hermano, que la refrescan con sementales de Juan Pedro Domecq Solís, de “Jandilla” y de Salvador Domecq. Previamente el marqués vendió a José Villar Vega otra ganadería que poseía, oriunda de Gallardo.

(7)El origen de “Martelilla” fue, en 1.996 y al amparo del artículo 6 de los Estatutos de la Unión, la división de la ganadería del Marqués de Domecq en dos partes; con una de ellas y el hierro original se quedaron Fernando y Javier Domecq López de Carrizosa y la otra, que se anuncia a nombre de "Martelilla", es propiedad de Juan Pedro y Gonzalo Domecq López de Carrizosa y pasta en “Martelilla” y “La Jineta”. La ganadería la funda en 1951 el Marqués de Domecq, Pedro Domecq Rivero, junto con sus otros cinco hermanos, que compraron lo de Salvador Noguera (adquirido al Marqués del Contadero) y añadieron ganado de “Hijos de Juan Pedro”. Uno de esos hermanos era el padre de Gonzalo Domecq López de Carrizosa, Juan Pedro Domecq Rivero y fue el último que siguió con la ganadería, ya que los otros hermanos se habían independizado (José Manuel Rivero fundó un hierro que posteriormente compraría Javier Osborne Domecq y actualmente es propiedad de Los Recitales. Luis Domecq Rivero puso su parte a nombre de su esposa María Isabel Ibarra, de cuya ganadería salieron otros muchos hierros como el de Sayalero y Bandrés o Joao Moura). Seleccionaron las características en la línea del conde de la Corte. Juan Pedro Domecq Rivero se quedó con la parte matriz de la ganadería hasta su muerte en 1.995, cuando se dividió la ganadería en dos partes: Una se anuncia a nombre del Marqués de Domecq y otra como Martelilla (ésta formada por 300 vacas y 14 sementales). Sementales que hicieron la ganadería fueron "Malasombra" "Travieso", "Oriental" y "Rematador". Predomina el pelaje castaño en un toro bajo pero con mucho trapío y pitones.

7.1.3.1.2.Lo de Rincón pasó a Carlos Núñez (1), de la que salió Manolo González (2), Alcurrucén (3), Gabriel Rojas (4) y Conde de la Maza (5).

(1) En 1.908 Manuel Rincón forma ganadería con reses de Fernando Parladé y en 1.925 la vende a Antonio Urquijo; éste la vende en 1.928 a Indalecio García Mateos, y éste en 1.938 a Carlos Núñez , que la aumentó con vacas de Mora-Figueroa y, en 1.941, con un numeroso lote de hembras de Villamarta. Pasa a su hijo Carlos Núñez de Guerra y en 1.985 pasa sus nietos Núñez Dujat des Allymes, que la traspasan a Cañadadevejer S.L. en sus fincas “Los Derramaderos” y “Tapatana” de Tarifa. Constituye hoy uno de los encastes fundamentales del toro bravo: no son bureles grandes, ni cornalones ni fuertes, y muchos salen abantos (detalle parladeño) pero desarrollan casta empleándose a fondo en el peto sin dolerse en el castigo y en la muleta embisten de ensueño. Los ejemplares derivados de la línea Villamarta suelen ser más largos, galgueños y finos que los procedentes de Rincón.

(2) Manuel González Cabello adquirió en 1.974 vacas y sementales de los herederos de Carlos Núñez. Su esposa, Socorro Sánchez-Dalp, hizo otro tanto en la misma fecha. Ambas ganaderías se suelen lidiar mezcladas aunque se gestionen por separado, en las fincas “San Pedro” de Montellano y “Monte de San Miguel” de Aracena, dirigidas conjuntamente por el mismo mayoral. Los seis hijos del matrimonio son ya los titulares, tres de una y tres de otra. Como derivación ha salido la ganadería de “San Miguel”.

(3) La ganadería de Alcurrucén es comprada en 1.982 por los hermanos Lozano, que eliminan todo lo anterior y meten hembras y sementales de Carlos Núñez, en su finca “Egido Nuevo” de Navalmoral de la Mata.

(4) Gabriel Rojas en 1.973 creó su propio hierro al comprar la ganadería de Flores Cubero “Camará”, que procedía íntegramente de Raimunda Moreno de Guerra Núñez, viuda de Carlos Núñez. Sus fincas son “El Castillo” en El Castillo de las Guardas y “El Romeral” en Monesterio.

(5) La ganadería de don Leopoldo Barrié, conde de la Maza, es de procedencia Núñez y pasta en “Los Arenales”, de Morón.


7.1.3.1.3.La ganadería de Tamarón pasó a manos del Conde de la Corte (1)

(1) Con vacas y sementales de Parladé la marquesa de Tamarón formó ganadería. En 1.920 la vendió al Conde de la Corte, el cual conserva en toda su pureza la sangre Vistahermosa y vende sementales a muchas ganaderías, porque los toros del Conde de la Corte “por sí solos se alaban”. Hoy pertenece a Luis Guillermo López Olea y pasta en “Los Bolsicos” de Jerez de los Caballeros.

y como tal ha originado nuevas ramas, destacando Marqués de Albaida, Campos Peña, Juan Cobaleda (1), Atanasio Fernández (2) -de donde ha salido Dolores Aguirre Ibarra (3), El Sierro (4) y Lisardo Sánchez (5) con los hierros de los Fraile (6)-

(1) Bernabé Cobaleda dejó en herencia la ganadería de Carriquiri a su hijo Juan. Luego éste extinguió por completo la antigua casta, sustituyéndola por la de Vistahermosa, para lo cual adquirió el año 1.925 vacas y sementales del conde de la Corte.

(2) En 1.930 Atanasio Fernández compró del Conde de la Corte un lote de hembras y un semental que agregó a las reses de esa misma sangre que su suegro, Bernabé Cobaleda, había comprado para añadir a las que tenía procedente de Carriquiri. El toro de Atanasio es alto de agujas, de aspecto aleonado y con poco morrillo. Las cornamentas varían, predominando los acapachados y los veletos.

(3) La bilbaína Dolores Aguirre Ybarra, siguiendo los consejos de Antonio Ordóñez, formó, en los setenta, ganadería con procedencia de Atanasio Fernández, añadiéndole en 1979 dos sementales del Conde de la Corte, originando un toro alto de agujas y con el tercio delantero muy desarrollado; es muy frío en los primeros tercios pero de gran movilidad y dureza de patas.

(4) La ganadería de El Sierro es de origen Atanasio con alguna sangre Santa Coloma.

(5) Lisardo Sánchez, en 1948, compró a Atanasio más de 280 reses entre hembras, machos de diferentes edades y dos sementales. El toro de Lisardo se diferencia del de Atanasio por tener cuernas más desarrolladas, recordando al origen Conde de la Corte, y ser más bajos. De él ha salido el hierro de Moisés Fraile.

(6) De Lisardo ha salido el hierro de Puerto de San Lorenzo, regentado por los hermanos Fraile conjuntamente hasta 1992. En esta fecha quedó en manos sólo de Lorenzo con la mitad de la ganadería y su hermano Moisés creó el de Valdefresno para la otra mitad .


y Juan Pedro Domecq y Díez (1) -ésta dio lugar a varias como Luis Algarra (2), José Luis Marca (3), Joaquín Barral (4), “El Torreón” (5), José Luis Pereda (6), Santiago Domecq (7)

(1) Fallecido en 1.937 Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, la ganadería pasó a sus hijos Juan Pedro, Pedro, Álvaro y Salvador Domecq y Díez, quienes algún tiempo se anunciaron como “Hijos de don Juan Pedro Domecq”, agregando a la vacada reses de Mora-Figueroa y del Conde de la Corte. Al partirse la ganadería, se le adjudicó a Juan Pedro Domecq y Díez la parte más importante,con el hierro y la divisa. En esta vacada la sangre vazqueña se va sustituyendo por la de vistahermosa mediante sementales de Conde de la Corte.

(2) Luis Algarra heredó la ganadería de su padre y en 1.975 sustituyó todo el ganado por 235 vacas y dos sementales de Juan Pedro Domecq y Díez, procedentes de Conde de la Corte y de Tamarón, para su finca “La Capitana” de Almadén de la Plata.


(3) En 1.974 José Luis Marca Rodrigo compró para su finca oliventina de “Valdecuello” vacas y sementales a Juan Pedro Domecq y Díez y ganó antigüedad en 1.980.


(4) Joaquín Barral fundó ganadería con reses de procedencia Núñez y luego las sustituyó por otras de procedencia Juan Pedro. Hoy la regenta su hija María José Barral, en “El Chaparral” de Guillena.


(5) En 1.975 la sociedad “El Torreón de la Miranda” compra a los señores Pérez Herrero su ganadería y vende las reses para sustituirlas por vacas y sementales de Juan Pedro Domecq y Díez, añadiendo también algo de Torrestrella, Algarra, Jandilla y El Torero. Hoy es regentada por el torero colombiano César Rincón en sus tres fincas cacereñas de Santa Cruz de la Sierra.


(6) Saturnino Pérez Alonso en 1.953 para formar ganadería compró un lote de Juan Pedro Domecq y Díez y otro del Marqués de Villamarta.En 1.958 añadió un lote comprado a Rafael Bernal y formado por reses de los hierros de Escudero Calvo, Clairac, Juan Pedro Domecq, Álvaro Domeca y Lisardo Sánchez. En 1.959 la viuda de Pérez Alonso vendió todo a Manuel Uchoa, de Jerez de la Frontera, y luego, tras pasar por Beca Gutiérrez y por Martín Berrocal, llegó todo a José Luis Pereda, el cual añadió luego un lote de hembras de Martín Berrocal con procedencia Núñez. Pasta en “La Dehesilla” de Rosal de la Frontera.

(7) La ganadería de Santiago Domecq, que pasta en “Garcisobaco” y en “Rogitán” pasó antes por las siguientes manos: Emilia Gallardo, Marqués de Domecq, Villar Vega y Núñez Hermanos. Hoy tiene procedencia Juan Pedro y Torrestrella.


y en especial a “El Torero” y luego a Jandilla (1) –de la que han salido Zalduendo, Fuente Ymbro, de Ricardo Gallardo, Guadaira y M. A. Millares (2)-


(1) Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio en 1.930 constituyó ganadería, en la finca de Jandilla (Vejer) con vacas y sementales de Tamarón y conde de la Corte bajo el hierro de Veragua, que pasó a Juan Pedro Domecq y Díez. Tras la muerte de éste, las nueve décimas partes de la vacada fueron transferidas, en 1.978, al actual hierro de la estrella y, en 1.983, a la denominación de Jandilla, bajo la dirección de Fernando Domecq Solís, quien, al constituir su propia ganadería, se la pasó en 1.987 a su hermano Borja. El hierro de la estrella fue creado en 1.943 por las hermanas Serafina y Enriqueta Moreno de la Cova con reses procedentes de su padre (origen Saltillo); fue comprado por Pedro Domecq y Díez (“tío Perico”), que, eliminando la totalidad de las reses, lo traspasó a sus sobrinos Domecq Solís.

(2) Miguel Ángel Millares ha formado ganadería con reses procedentes de Jandilla y de Atanasio Fernández.


y a Juan Pedro Domecq Solís (1), y a través de ésta a Murteira Grave, aparte de que ha refrescado sangre en casi todas las ganaderías, como Martín Lorca (2)-.

(1) La ganadería de Juan Pedro Domeca y Díez pasó a su muerte, en 1.975, a su esposa e hijos. En 1.978 el hierro original y una parte de las reses pasan a su hijo Juan Pedro Domecq Solís, que en “Los Álvaros” de Castillo de las Guardas ha creado los “toros artistas”, bravos, nobles y sin agresividad manifiesta.Conservan un 2.8% de sangre de Veragua. Además este ganadero ha camprado el hierro de “Parladé”, para formar nueva ganadería con reses procedentes de la propia, heredada de su padre.

(2) En 1.990 José Luis Martín Lorca compró para su finca “La Navarra”de Castillo de las Guardas la ganadería,con procedencia Juan Pedro y Torrealta.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Castas Bravas (15): casta Vistahermosa (III)

7.1.2.Un segundo chorro lo forma la ganadería de Contreras (1), con pelo castaño y colorado, brevilíneos y de pocos cuernos, de la que han salido Cortijoliva, Moreno de la Cova, Hermanos Peralta (2), Baltasar Ibán (3), Conde de Ruiseñada (4) y Jaralta (5).

(1) Con vacas y sementales de Murube, Juan Contreras formó en 1.907 en Burguillos del Cerro (Badajoz) ganadería. En 1.920 la dividió en dos partes, vendiendo una a Juan Terrones y otra a Hermanos Sánchez Rico, todos de Salamanca. La parte de estos últimos se dividió en tres lotes, correspondiendo uno (con hierro, divisa y antigüedad) a Ildefonso Sánchez Rico, que luego lo vendió al Conde de Antillón; otro (el conservado puro más tiempo) fue comprado por el Vizconde de Burguillos, a cuya muerte los hermanos lo heredaron pero han terminado deshaciéndolo.

(2) Con reses oriundas de Contreras adquiridas a Manolo González los hermanos Peralta forman ganadería en 1.953. En 1.955 añaden una punta de vacas de Juan Antonio Álvarez García y un semental de Manolo González, también sangre Contreras.

(3) Con reses de Contreras, Fernando Sánchez Rico, en 1.929, formó ganadería y la vendió a Jerónimo Díaz Alonso, que la aumentó con un lote de hembras de Martínez. Después se vendió a Manuel González Martín, que la aumentó con otras reses de Contreras que poseía. En 1.940 cedió la mitad al conde de Ruiseñada y luego vendió el resto con el hierro a Baltasar Ibán. Sus productos se distinguen por su agresividad y raza, dando emoción y sensación de riesgo durante la lidia.

(4) Con reses de Murube formó Juan Contreras en 1.907 ganadería, de la que procedía la de Manuel González. Ésta, en 1.940, fue comprada por el Conde de Ruiseñada.

(5) Ángel Peralta vendió una punta de ganado de origen Contreras a Santiago Muñoz Machado, que la mantiene, en una finca de Pozoblanco (Córdoba), bajo el hierro de Jaralta junto a otra punta de ganado de origen Domecq

martes, 4 de mayo de 2010

Castas Bravas (14): casta Vistahermosa (II)

7.1.La primera estirpe Vistahermosa, procedente del Barbero de Utrera, es el encaste Murube, fuente de tres chorros.

7.1.1.Un primer chorro lo forma la línea de Murube-Urquijo, procedente de Carmen de Federico (1) -con su característico pelo negro y embestida al galope-, con las de Niño de la Capea (con derivación en Terrón Díaz), de Albarrán, de Fermín Bohórquez (2) -de la que salió lo de Mª Francisca Mora-Figueroa, de Jerez- y de Castillejo de Huebra.

(1) Juan Domínguez Ortiz, el Barbero de Utrera, adquirió, a la muerte del conde de Vistahermosa, la mayor parte de su vacada, y del Barbero pasó a su hijo político, José Arias de Saavedra, al que el señor Murube compró en 1.863 un lote de vacas y algunos machos; el resto pasó a otras manos y acabó en S. Galache. Al dividirse la ganadería de Manuel Suárez Cordero en 1.850, una parte correspondió a su hijo Manuel y la otra, a su hija Manuela. Lo de esta última fue a engrosar lo de su esposo, Anastasio Martín, y la de Manuel la adquirió Dolores Monge, viuda de Murube, que con otras 200 hembras y 50 toros que compró a Arias de Saavedra, aumentó la ganadería formada por su esposo, en la que todos los elementos integrantes de la misma llevaban sangre Vistahermosa. Dolores Monge vendió una parte a Eduardo Ibarra, y al fallecer dicha señora heredaron el resto sus hijos Joaquín y Faustino. El segundo vendió lo suyo a Joaquín y al morir éste, pasó la ganadería a su viuda,Tomasa Escribano, que la cedió en 1.917 a Carmen de Federico, en cuyo poder, escrupulosamente atendida, dió productos finos y bravos. De ella pasó en 1.957, previamente aumentada con reses de Juan Guardiola Soto (procedentes de Gamero Cívico), a su hijo Carlos Urquijo de Federico, que la vendió en 1.980 a Antonio Ordóñez Araujo, a cuya muerte, en 1.984, la compró José Murube Ricart, con lo que retornó a la familia y a la finca “La Cobatilla”, de Utrera.

(2) En 1.940, con vacas y dos sementales de Carmen de Federico, antigua de Murube y pura casta Vistahernosa, Luis Vallejo Alba formó ganadería. En 1.946 la vendió a Fermín Bohórquez Gómez, que varió el hierro en 1.951. En 1.974, pasó a su hijo Fermín Bohórquez Escribano, que la lleva en sus fincas de “Fuente Rey”, “Fraja” y “Casablanca”.












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lunes, 3 de mayo de 2010

Castas Bravas (13): casta Vistahermosa (I)

7.La casta Vistahermosa fue fijada en 1.772 por un ganadero de Dos Hermanas (Pedro Luis de Ulloa, conde de Vistahermosa) que cuidó sus reses con todo esmero, sin mezclarlas con ninguna otra sangre; consiguió un animal bravo y noble, apto para el toreo moderno. Aparte de algo que fue de Arias de Saavedra (1) a S. Galache, la ganadería tomó dos derivaciones: la de Barbero de Utrera y la de Salvador Varea; de entre ambas salieron tres estirpes: Murube, Saltillo y Santa Coloma.

(1) La línea Saavedra es la que luchó por preservarar el poeta y ganadero Fernando Villalón. El romántico de Morón buscaba un toro mítico, con poder, más allá de una bravura para la lidia. No es cierto que quisiera conseguir toros con ojos verdes; los toros de Saavedra presentaban un tono verdoso en la cepa de sus cuernos y apoyándose en esa característica quería recuperar la pureza de la vacada. La ganadería del poeta, con el hierro de Adalid, que compraría más tarde Juan Belmonte, no despertó simpatías entre las figuras del momento.

domingo, 2 de mayo de 2010

Castas Bravas (12): casta Vázquez (VII)

de Trespalacios (1) -de la que salió Sánchez Cobaleda, con su rama de “Barcial” o “patas blancas”, hoy “Monteviejo” (2)- y de Concha y Sierra (3).

(1) Sobre el año 1870 don Jacinto Trespalacios, de Trujillo, adquirió para su hierro (de una J y una T y como divisa los colores verde y encarnado) un buen lote de vacas del Duque de Veragua, a las que puso un toro de Murube. La vacada de Trespalacios rayó a gran altura, pues sus toros, generalmente bien terciados y de capas claras, se distinguían de ordinario no sólo por su trapío y bravura, sino por la extraordinaria nobleza que demostraban a lo largo de su lidia. Al morir don Jacinto heredó la ganadería su sobrino, el Conde de Trespalacios, en cuyas manos mejoraron los caracteres raciales de la reses, acrecentando la fama de la divisa. Después de correrse los toros, a nombre del Conde, en mumerosas plazas, se anunciaron por primera vez en la de Madrid, para la inaguración de la temporada de 1909. Los toros del Conde de Trespalacios tuvieron un época esplendorosa jugándose en las principales plazas, por los más reputados toreros, a los que en muchas ocasiones proporcionaron señalados triunfos. A pesar del volumen de estos toros los ases los preferían a otros de menor corpulencia, solicitándolos con frecuencia por lo fáciles que resultaban en la lidia. En las postrimerías del mes de noviembre de 1912 adquirió la vacada del Conde de Trespalacios el salmantino don Matías Sánchez Cobaleda, a cuyo nombre se lidiaron los toros por primera vez en la plaza de Madrid el día 2 de mayo de 1915. A la muerte de don Matías, ocurrida el 6 de enero de 1929, la vacada se repartió entre su viuda doña Juana Sánchez Blanco, y sus hijos don Arturo, don Antonio, don Angel y don Ignacio Sánchez y Sánchez, correspondiendo a este último el hierro y la divisa.

(2) Del mismo origen que la vacada de Manuel Sánchez Cobaleda es la de Arturo S.C. Ésta se dividió en varias partes; una de ellas pasó a Jesús S.C. De éste procede la ganadería de “Barcial”, recientemente adquirida por Victorino Martín que la lidia a nombre de “Monteviejo”.

(3) Según el Cossío, Francisco Taviel de Andrade había adquirido ganado de la testamentaría de don Vicente José Vázquez. En 1.873 lo vendió a Fernando Concha y Sierra, que con él fundó ganadería en Sevilla. y le agregó reses de los señores de Castrillón, de Vejer e la Frontera, con resultados satisfactorios. A la muerte de don Fernando, una parte de la ganadería la adquirieron los marqueses de Villamarta y la más importante, con hierro, divisa y antigüedad, la heredó primero su viuda y luego su hija doña Concepción. Según la revista “Aplausos”, más tarde, los sobrinos de ésta, Joaquín y Juan de Dios Pareja Obregón, heredaron la ganadería en 1.966. Tras pasar por Martín Berrocal y Litri padre, desde 1.994 pertenece a “María Luisa S.A.. Sociedad Agropecuaria”, regida por José Luis García Palacios en “El Campillo” de Gibraleón. Según un cartel del Museo Taurino de Jerez de la Frontera, en esta ciudad, en la festividad de Santiago de 1.888 se lidiaron toros de la ganadería de don Joaquín de la Concha y Sierra, que data desde 1.840, hoy de su sobrino don Joaquín Pérez de la Concha, vecino de Sevilla, que la posee en su totalidad desde 1.862.

sábado, 1 de mayo de 2010

Castas Bravas (11): casta Vázquez (VI)

Esta lista de lo vazqueño debe comenzarse con tres ganaderías ensoleradas, que son las de Veragua -la mayor parte de la cual fue adquirida en 1.930 por Juan Pedro Domecq y Villavicencio (1), que originó a Osborne (2), de la que salió Núñez del Cuvillo (3) y luego acabó eliminando lo que era vázquez puro para quedarse sólo con lo vistahermosa-,

(1) Bien avanzada la segunda mitad del siglo XVIII, el rico hacendado sevillano Vicente José Vázquez comenzó a formar esta ganadería con reses del marqués de Casa Ulloa y del señor Becker, vecinos de Utrera, y otras pertenecientes a José Rafael Cabrera. No contento el señor Vázquez, a pesar de los inmejorables elementos que logró reunir, y suponiendo que aunque los toros que él criase poseyeran el tamaño y corpulencia de los de Cabrera, la fuerza y peligrosas intenciones de los becker y el nervio de los ulloa, les faltaría la condición y nobleza que caracterizan a los de Vistahermosa, que también pastaban en término de Utrera, propúsose adquirir reses de este señor, lo que logró tras grandes esfuerzos, por negarse al principio el de Vistahermosa a vendérselas. De la mezcla de sangre de sus reses con las del conde obtuvo como resultado un tipo de toro poderoso , bravo y noble, y diferente en su estructura y pinta a cuantos por aquélla época existían, que dio origen a la que se denominó “casta vazqueña”, muy solicitada, y que hoy día, especialmente en la ganadería de que hablamos, subsiste en toda su integridad. Al morir Vázquez, adquirió gran parte de sus reses don Fernando Criado Freire para el rey Fernando VII, que las instaló en la misma finca de Aranjuez donde antes pastó la vacada de Felipe IV; en 1.831 se nombró director de la Real Vacada al ganadero Manuel Gaviria, que ordenó se echaran a las vacas, además de los toros vazqueños, seis de su ganadería y cuatro de la de Julio Fuentes, de Moralzarzal. A los dos años de la muerte de Fernando VII la reina determinó enajenar la ganadería, adquiriéndola los duques de Osuna y de Veragua. Los nuevos propietarios extirparon todas las hembras de procedencia no vazqueña y a ninguno de los muchos hijos de éstas se les destinó a la reproducción, acabando así con la parte impura de la vacada. En 1.849 quedó como único dueño el duque de Veragua, de quien la heredó en 1.866 su hijo Cristóbal Colón Aguilera, del que la adquirió por compra en 1.927 Manuel Martín Alonso, de Alameda de la Sagra (Toledo), que la vendió en 1.930 al señor Domecq, el cual la trasladó a Jerez de la Frontera y añadió a la ganadería veragüeña dos lotes de eralas y cuatro sementales (Llorón, Bodeguero, Chucero y Carabello) del Conde de la Corte. La antigüedad en la plaza de Madrid es de 2 de agosto de 1.790.

(2) Por división de la ganadería de Juan Pedro Domecq Villavicencio, antes Veragua, uno de los lotes correspondió a Pedro Domecq Díez, que en 1946 se lo vendió a Luis de la Calle, y éste, en 1948, a Antonio Jiménez Jiménez, de quién en 1952 lo adquirió José Luis Osborne Vázquez, que varió el hierro (conservando la divisa, verde y blanca). Durante los años que estuvo en poder de Pedro Domecq Díez fue cruzada con reses de Mora Figueroa y Conde de la Corte. Se recuerdan los ejemplares “Regatillo”, indultado en Jerez el 1.964, y el ensabanado “Atrevido”, lidiado por Antoñete en 1966. Hoy la regenta Emilio González San Román Osborne, en las fincas sevillanas de “Puerto Acebuche” (Castillo de las Guardas) y “Escardiel” (Castilblanco de los Arroyos). Una derivación es la ganadería de Rosario Osborne Domecq.

(3) Por dividirse la ganadería de Flores Albarrán un lote correspondió a Francisca Flores, que en 1.957 lo vendió a los hermanos Osborne Domecq, que variaron el hierro y eliminaron lo anterior formando ganadería con vacas y sementales de José Luis Osborne Vázquez. En 1.982 la vendieron a Joaquín Núñez del Cuvillo, quien varió el hierro anterior y agregó varias puntas de vacas y sementales de Juan Pedro, Marqués de Domecq, Sayalero y Bandrés y Torrealta, por lo que en la actualidad está formada por cinco ramas procedentes, todas ellas, del Marqués de Tamarón, a partir de las cuales en estos veinte años ha formado su propio encaste en “El Grullo”.








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