viernes, 22 de abril de 2011

El oro del Banco de España, nuevamente

Vayamos al 6 de junio de 2007.

Pedro Solbes, entonces ministro de Economía, en una sesión en el Senado decía: "Las reservas del Banco de España deben tener como objetivo fundamental el maximizar su rentabilidad"; recuerdo perfectamente sus palabras y recuerdo también que me sentí sorprendido por esta nueva función de un banco central. Seguía Solbes: "El objetivo es vender el oro, un activo que ya no es rentable, para reinvertir en bonos de renta fija, que si tienen rentabilidad". Agregó que "España ya no presenta las mismas necesidades de divisas que en el pasado dada la fortaleza del euro"; también me sorprendía esta confianza en la pertenencia a la zona euro, como si todo fuera cosa de magia.

Ello era después de que en sólo dos meses, los previos marzo y abril, había vendido un 20 por ciento de las reservas del Banco de España, reduciéndolas de 13,4 a 9,9 millones de onzas. En mayo continuó con las ventas también a un alto ritmo (exactamente, 28 toneladas). Entre 2006 y 2007 el Banco de España vendió el 46% de sus reservas totales. En lo referente a 2007, lo vendido fueron 133 toneladas de oro, lo que representa el treinta por ciento del total mundial vendido por los bancos centrales de todos los países ese mismo año.

En mayo de 2007 el periódico inglés "Daily Telegraph" avisaba en un artículo que ”En España las reservas de divisas han caído a niveles muy bajos, dejando el país expuesto a una posible crisis bancaria si el mercado inmobiliario pendulara hacia el lado contrario, y eso a pesar de ser miembros de la zona del euro”. Por su parte, Marion Müeller, analista de la sociedad "Oro y Finanzas aseguró:"Ningún país ha hecho lo que España".

La oposición respondía entonces que "sólo España, Portugal y Grecia son los únicos países que venden oro, mientras que Alemania, Francia e Italia mantienen estables su reservas". La verdadera explicación a la venta de oro era intentar frenar la maltrecha situación de la balanza económica de las tres primeras potencias señaladas. Dos han sido rescatadas por Bruselas y el FMI y la economía helena se debate entre la vida o la quiebra, la primera que, de producirse, registraría el mundo desde hace 50 años.

El Gobierno de Zapatero vendió el oro del Banco de España a 669 dólares por onza en aquel 2007, un año en el que negaba la existencia de la crisis, para dar un mensaje de tranquilidad de cara a las elecciones generales del año siguiente. Según apuntaron fuentes financieras, parte de las ventas se hicieron a precios inferiores a los de mercado, lo que sugiere que habría algún tipo de contrato con vencimiento determinado.

Un informe del año anterior elaborado por el banco británico Cheuvreux, de Crédit Agricole, apuntaba precisamente a la posibilidad de que la onza alcanzase los 2.000 dólares, ya que "funciona como una alerta temprana de crisis y en la actualidad hay un déficit de oferta sobre la demanda de unas 700 toneladas". En ese momento, Rusia compró toda la producción de 2006 para depositarla en su banco central, con lo que sus reservas de oro y divisas aumentaron en 121.500 millones de dólares, lo que supuso un incremento del 66,7 por ciento respecto al año anterior.

Vengamos a hoy.

Las crisis (financiera, económica y de deuda) sufrida por Europa y EE UU ha convertido el metal precioso en el valor refugio por excelencia. La consecuencia es que el precio de éste no ha parado de encadenar máximo tras máximo. Así, el oro cerraba ayer, 21 de abril de 2011, en su máximo histórico, a 1.508 dólares la onza, un 125% más de los 669 dólares por onza a los que vendió el Gobierno de Zapatero en 2007.

Mientras que el oro que vendió Solbes en 2007 vale hoy más del doble, los bonos ha depreciado su valor. Así, la inversión del Gobierno en renta fija -deuda pública- se ha desplomado desde entonces. De hecho, la rentabilidad es inversamente proporcional al precio de estos activos, es decir, a mayor interés ofrecido menos vale el bien adquirido.

Los 4,3 millones de onzas de oro que el banco central vendió en el año 2007 por un precio de 2.867,7 millones de dólares se valoran ahora en 6.471,5 millones de dólares. En sólo cuatro años, España ha dejado de ganar todos esos millones por la venta prematura de nuestros activos, que hay que sumar a los que se han perdido por la desvaloración de los bonos. Esto es una de las muestras de la rara habilidad financiera del Gobierno Zapatero.





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